¿Qué tipo de calefacción elegir para tu hogar?

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En las últimas semanas y, probablemente también en las venideras, hemos sufrido fuertes descensos de temperatura. La borrasca Filomena y los grados en negativo, sobrepasando en algunos puntos los -20ºC bajo cero, han tenido grandes implicaciones en toda la península. A esto, hay que sumarle la subida de los impuestos de la luz y de las bombonas de butano. 

Con esto, se hace importante establecer qué tipo de calefacción es la más adecuada para nuestro hogar para no excederse en el presupuesto y conseguir el confort y comodidad de un hogar protegido del frío invernal. 

Los expertos recomiendan que la temperatura dentro del hogar no debe superar los 21 grados; así, equilibramos la balanza entre estar a gusto y controlar el gasto. Con 21º el calor no es tan intenso como para estar en manga corta, pero es mucho más que suficiente para sentirse bien. Además, se evita el cambio brusco que se siente al salir a la calle cuando hace frío previniendo problemas de salud como los resfriados. Un tema a tener en cuenta con la incidencia de contagios de Coronavirus en alza. 

La temperatura es importante para conseguir una consonancia entre bienestar y gasto, Por lo que en Grupo Solivesa hemos elaborado una pequeña lista de los tipos de calefacción más utilizadas y lo que las caracteriza. 

Los tres tipos de calefacción más usuales

En los hogares españoles hay tres tipos de calefacción que son las más usuales. Está la calefacción de gasóleo, la calefacción eléctrica y la de gas natural. La calefacción de gasóleo está cada vez más en desuso ya que este tipo de calderas se instalaban en comunidades de vecinos. Pero, actualmente, cada hogar debe de contar con su calefacción particular. 

Por eso, ha quedado relegada a viviendas unifamiliares en las que se pueda tener un depósito en una zona segura. Pero aún así, es una calefacción que fuerza a estar pendiente de la cantidad de gasóleo que queda y a realizar pedidos con tiempo para no quedar desabastecidos. Esto obliga a pagar una cantidad de dinero elevada de una sola vez, en lugar de una tarifa mensual o bimensual. 

En las casas particulares encontramos también otros tipos de calefacción, como la alimentada por pellets. Pero tiene el mismo inconveniente, el de tener que comprar una gran cantidad y necesitar un lugar para almacenarlos.

En la mayoría de apartamentos, la calefacción es de gas natural o es eléctrica. Por eso, vamos a analizar a fondo estas dos formas de calefacción tan populares.

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Ventajas e inconvenientes de la calefacción de gas

La calefacción de gas natural es la más demandada ya que más del 36% de los hogares españoles han elegido este tipo de calor para su vivienda. Tiene muchas ventajas, por ejemplo su alta eficiencia y no tener que aplicar tarifas por horas ni usar acumuladores. Tan solo se enciende la calefacción en el momento en el que es necesario y el tiempo que se desee.

El precio del gas se ha mantenido estable en los últimos años, lo que ha hecho que muchas personas opten por esta opción. Es, posiblemente, la más económica y también la más cómoda ya que no se condicionan horarios. Pero también tiene algunos inconvenientes.

La instalación de la calefacción con gas natural es mucho más cara que la instalación de una calefacción eléctrica ya que hay que conducir el gas por todo el hogar. Por tanto, se necesitará una inversión inicial más elevada. 

El segundo inconveniente tiene que ver con la disponibilidad del gas natural el cual, aunque ha llegado a muchos lugares, no está al alcance de todo el mundo, sobre todo cuando se vive en poblaciones pequeñas a las que no llega este tipo de suministros.

Ventajas de la calefacción eléctrica

Casi un 20% de los hogares españoles disponen de calefacción eléctrica, lo que nos permite decir que es un método muy popular. El segundo a la hora de elegir calefacción. Tal y como sucede con el gas, tiene ventajas y también inconvenientes.

El principal punto a favor es la instalación, ya que solo hay que comprar los radiadores acumuladores y colocarlos en el lugar preciso. En algunos casos, habrá que colocar un enchufe, pero se trata de un trabajo rápido y económico. No requieren de ningún mantenimiento, lo que también es un gran punto a tener en cuenta para su elección. 

Pero en su contra hay que decir que suele requerir un aumento de la potencia para poder utilizarse, por lo que el gasto en luz va a subir durante todo el año. Y, además, si se quiere reducir el gasto hay que acumular en las horas más económicas para emitir calor el resto del día. Y esto puede ser un problema ya que si no tenemos horarios fijos para estar en casa, no podemos desconectar la calefacción.  

Tanto para la calefacción de gas como para la calefacción eléctrica tienen una gran importancia las tarifas elegidas. Si quieres saber qué calefacción elegir para tu hogar y cuál es la tarifa que te ayudará a ahorrar, podemos ayudarte realizando un estudio de tus hábitos de consumo y una comparativa con los precios del mercado.