¿Has estado pensando en contratar una tarifa de discriminación horaria ahora que todo vuelve a la normalidad y de nuevo hay horarios en el hogar? Si no sabes si puede o no resultar interesante este tipo de factura para ti, te contamos algunas cosas sobre ella para que puedas ahorrar en tus facturas de luz.
Las tarifas de discriminación horaria te ofrecen la posibilidad de conseguir electricidad a precios más bajos durante determinadas horas del día a cambio de pagar un poco más durante el resto del tiempo. Aunque muchos siguen llamándola tarifa nocturna, no tiene nada que ver con este tipo de factura ya que incluye muchas horas del día.
Normalmente, existen dos tipos de tarifas de discriminación horaria. Una es aquella que tiene solo dos tramos, el más económico, de 14 horas, desde las 23 horas hasta las 13 horas del día siguiente. Solo 10 horas del día son más caras.
El otro tipo es el que tiene tres tipos de tarifa: una sería la más cara, entre las 13 horas y las 22 horas, otra llamada valle que comprendería el momento entre las 22 horas y las 00 horas y entre las 7 y las 13 horas. El supervalle, que serían las horas nocturnas, sería el más económico de todos.
¿Tengo que hacer todo mi consumo en las horas más económicas para que me compense?
Muchas personas se hacen esta pregunta ya que si trabajan por la mañana es posible que no les compense en absoluto la discriminación horaria. Sin embargo, está demostrado que con solo hacer el 30% del consumo de energía en esas horas, ya sale rentable.
Esto supone, por ejemplo, poner la lavadora o la secadora durante el horario económico, que puede ser incluso a las 22 horas si se opta por la opción de tres precios. Si añades el lavavajillas, ya tendrás mucho más de ese 30% del consumo diario realizado en horario de ahorro.
Esta tarifa en tres precios es perfecta también para quienes viven en apartamentos y no pueden poner sus electrodomésticos más ruidosos a funcionar después de las doce de la noche para no molestar a sus vecinos. Y, si no se quiere poner todo a un tiempo porque no se ha contratado tanta potencia, siempre se puede poner el lavavajillas por la mañana y dejar que lave mientras vamos a trabajar.
La luz, la televisión o el ordenador no suponen un porcentaje muy alto del consumo y son el tipo de aparatos que con más frecuencia se utilizan a lo largo de la tarde, por lo que no va a suponer un problema en este tipo de tarifas.
¿Qué pasa si al final no me adapto o no ahorro?
Evidentemente, no todas las personas llevan un mismo ritmo de vida y hay quienes no se adaptan a la discriminación horaria porque llevan horarios complicados. Al final de mes descubren que no solo no ahorran, sino que incluso gastan un poco más.
No es lo normal, pero si sucede esto, no hay problema porque este tipo de tarifa es totalmente reversible. Y se puede volver al método anterior sin que haya ningún tipo de contratiempo por ello. Lo único que sucede es que la compañía eléctrica puede realizar un pequeño cobro por cada cambio que, eso sí, no vamos a recuperar.
La tarifa de discriminación horaria puede ser complicada para personas que trabajan a turnos y que no tienen unos horarios fijos ni para estar en casa ni para dormir. Estas personas necesitan consumir en el momento en que están en casa y no siempre les va a corresponder con los momentos de bajo consumo.
Teniendo en cuenta lo ya comentado de que no hace falta que todo el consumo se produzca en horario valle para ahorrar, estas personas tendrán que analizar su situación para saber si podrían obtener ventajas o probar durante varios meses para ver si a medio plazo les compensa o no esta opción.
Una prueba de que la tarifa de discriminación horaria permite ahorrar, es que la OCU ha denunciado que muchas compañías eléctricas la han solicitado masivamente para sus clientes sin informarles, beneficiándose ellos del ahorro que se produce en el consumo.
Pero, y si quiero utilizar el aire acondicionado en verano, ¿se puede ahorrar energía sin prescindir del aire acondicionado?
¿Necesito obras en casa para tener discriminación horaria?
En el caso de las instalaciones antiguas es posible tener que realizar algunos trabajos de adaptación para poder gozar de la discriminación horaria, pero lo normal es que no sea así. Actualmente, la mayor parte de los hogares cuentan ya con contadores inteligentes con los que se puede llevar a cabo la discriminación horaria sin ningún tipo de problema.
En caso de dudas, solo tienes que preguntar a tu compañía y ellos te dirán si es necesario o no realizar algún tipo de trabajo así como los costes que puede ocasionar el cambio. Si el precio te parece excesivo, siempre puedes consultar qué compañía te ofrece más ventajas para poder cambiarte a la discriminación horaria.