Cómo ahorrar energía sin prescindir del aire acondicionado

Te ofrecemos algunos trucos perfectos para ahorrar energía sin tener que desconectar aire acondicionado.

Escoge un aparato de bajo consumo

En el mercado existen diferentes aparatos de aire acondicionado. Si va a escoge el tuyo lo mejor es que te decidas por uno de bajo consumo. Tal vez su precio sea ligeramente mayor, pero vas a notar como el consumo de luz se reduce, por lo que a corto plazo, estarás gozando las ventajas de haberlo escogido. Los aparatos nuevos de más calidad son en su gran mayoría de bajo consumo, no solo apostarás por el ahorro de energía, sino también por más calidad y mejores prestaciones.

Revisa los aislamientos de tu vivienda

¿Sabes que muchas veces pagas más en el aire acondicionado de tu vivienda debido a que esta está mal aislada? Si tu vivienda no tiene el aislamiento correcto el calor de fuera entrará en el interior y la temperatura aumentará. Esto te obligará a conectar el aparato más horas y a temperaturas más altas para poder contrarrestar el calor.

Lo ideal sería que todo el edificio tuviera un buen aislamiento pero si no es así siempre hay trucos para que tu hogar este mejor aislado. Rellenar la cámara de aire de tu fachada con espuma aislante o cambiar las ventanas viejas por otras que tengan un mejor aislamiento son algunas de las medidas que puedes tomar en tu hogar.

Llama a un profesional de las reformas y que te de un presupuesto para que tu vivienda sea mucho más eficiente energéticamente hablando. No solo lo agradecerás en verano, sino que también vas a ahorrar en la calefacción durante el invierno.

Revisa tu sistema de aire acondicionado si ya tiene sus años

Si tu sistema de aire acondicionado ya está instalado de antes, tocará revisarlo antes de comenzar a utilizarlo. Medidas tan sencillas como la de cambiar un filtro o asegurarse de que todo funciona correctamente ayudarán a que no se dispare el consumo durante el verano.

Un técnico especializado puede realizar la revisión de tu aire acondicionado y dejarlo a punto en las mejores condiciones para que ponerlo a funcionar no sea un riesgo para tu bolsillo este verano, que ya nos ha dejado alguna ola de calor a estas alturas del año.

 

Sé razonable al escoger la temperatura

Por mucho que te pueda apetecer llegar a casa y disfrutar de un fresco similar al que sientes cuando abres la puerta de tu nevera, debes de ser razonable con la temperatura que escoges. Se recomienda que no se baje de los 24 grados, ya que cada grado de temperatura que se reduce se aumenta el consumo en un 8%. Este aumento, con el coste actual de la energía, se traduce en un gasto mayor al final de mes.

Una de las maneras de disfrutar más del aire acondicionado es programándolo para que se encienda aproximadamente media hora antes de llegar a casa. Así, al entrar se notará una temperatura muy fresca y un contraste con el exterior que hará que sea muy agradable estar en casa y que no se sienta esa necesidad de bajar más la temperatura para notar el fresco. Hoy existen formas de programar el funcionamiento de los aparatos del hogar incluso a través del teléfono, algo ideal para quienes no tienen horarios fijos para volver a casa.

Cierra las persianas durante las horas de más calor

Muchas personas se quejan de que sus viviendas son auténticos hornos, pero no hacen mucho por evitar el calor del sol. Lo ideal es contar con toldos en las ventanas para que hagan sombra, pero que a su vez, permitan tener las persianas levantadas y tener luz natural en el interior de la casa. Pero no en todos los edificios se permiten los toldos.

Si no tienes uno, lo mejor que puedes hacer es cerrar las persianas o comprar unas cortinas aislantes que puedas cerrar totalmente. Es cierto que la casa estará más oscura, pero también se mantendrá más fresca. A la caída del sol puedes aprovechar para abrir y airear el hogar, cuando el tiempo es más agradable.

Usa un ventilador de techo en tu dormitorio

El aire acondicionado durante la noche no es saludable, pero en algunos lugares es complicado dormir con el calor. Los ventiladores de techo pueden ser una buena solución, mueven el aire y hacen que se refresque el ambiente, pero no crean una corriente que pueda ser molesta o perjudicial para la salud.

Una buena idea para mantener tu habitación fresca durante la noche, es programar el aire acondicionado para que se apague al rato de meterse en cama y encender el ventilador para mantener la temperatura. Si en tu ciudad refresca por la noche y abres las ventanas para recibir ese soplo de aire fresco no olvides instalar unas mosquiteras para evitar que los insectos sean los que acaben por impedirte dormir.