Llega el mes de septiembre y nos toca volver a la rutina, al trabajo y a los horarios. Ahora toca hacer frente al temido síndrome postvacacional, que también afecta a los niños y niñas dado que durante el verano han disfrutado de más libertad y menos obligaciones, han visto alterada su rutina diaria, horarios, etc; factores que les afectan a la hora de volver a los madrugones, centrar su atención durante las horas de clase, aguantar el cansancio que les genera estar activos durante tantas horas o aprovechar las actividades extraescolares.
Para que la vuelta al cole no genere complicaciones familiares y el síndrome postvacacional de los pequeños de la casa no se acomode en nuestros hogares durante mucho tiempo hay que anticiparse y tener en cuenta estos consejos que harán más llevadera la vuelta a la rutina de todos los integrantes de la casa.
Regresa a los horarios de sueño y rutinas de forma gradual
Pasar de vivir sin horarios a los duros madrugones, cuesta a todas las edades. En el caso de los niños, no es aconsejable someterles a cambios bruscos de horarios, siendo mucho mejor hacerlo poco a poco. Una buena idea sería adelantar 15 minutos la hora de acostar y despertar a los niños en las dos semanas previas al inicio de la rutina escolar. Haz la misma operación cada 3 o 4 días y de esta manera lograrás que se habitúen al horario lectivo del colegio sin que apenas se den cuenta. Solo requiere planificación y así también lo anticipas y preparas para el arranque del curso.
Vuelve a las comidas a una hora fija
Una consecuencia positiva de que nuestros hijos se levanten más temprano es que desayunarán más pronto y podrán comer a la hora habitual de forma natural sin mucho más trabajo de adaptación. Aun así, es bueno que unos días antes empiecen a recuperar los horarios del curso escolar, para que les cueste menos cuando llegue el primer día de colegio.
Fin al helado diario o caprichos alimenticios a deshoras
En verano cambian los horarios, pero también los hábitos alimenticios. Es normal que seamos más permisivos con los peques en las épocas de más calor, dejando que tomen algún helado de más, golosinas, chocolate, etc. Pero ya estamos de vuelta, y hay que intentar volver poco a poco a una dieta equilibrada baja en grasas y azúcares y rica en frutas, verduras, pescado o legumbres. Elimina paulatinamente las comidas excesivas, los helados o los dulces, devolviéndolos a su “lugar de origen”: fines de semana o fiestas especiales.
Conserva los espacios para compartir en familia
Después de haber pasado largas jornadas con nuestros pequeños jugando, haciendo deporte, en la playa o en la piscina, etc. con la vuelta al trabajo y al colegio se ven reducidas las horas de “pasar tiempo juntos”. Por ello, es importante buscar momentos en el día a día donde poder hacer cosas en familia. Además, los fines de semana siguen siendo el mejor momento de la semana para hacer actividades juntos, dando continuidad a la confianza, complicidad y diversión que hemos generado en el periodo estival. Es importante que ellos vean que su alrededor siente interés por el nuevo curso, libros, deberes, etc; por eso, aunque el cansancio de tu rutina laboral te invada intenta estar a su lado y mostrarle tu apoyo e interés por este nuevo curso.
Actitud positiva, el mejor ingrediente
Por último, pero no por ello menos importante: muestra una actitud positiva. Hay que ponerse el sombrero del optimismo y contagiar a la familia. Es importante no hablar de la vuelta al cole como si fuese el fin del mundo hay que mostrar entusiasmo sobre esa nueva etapa que le espera. Puedes remarcar que volverá a ver a sus compañeros y compañeras, conocerá a una nueva maestra, que va a seguir aprendiendo cosas nuevas y a compartir nuevas aventuras, excursiones, teatros, etc.
Al final los más pequeños de la casa imitan los comportamientos que ven en sus referentes, por ello es importante que la actitud sea en todo momento positiva y que seamos asertivos para que la comprensión sea plena y que juntos podamos vencer la vuelta a la rutina, un fenómeno al que nunca llegamos a acostumbrarnos y siempre nos cuesta.