La factura de la luz no para de subir, por eso, te recomendamos que estudies bien todas las ofertas del mercado, para encontrar la que más te interesa. Para poder hacerlo, es bueno realizar previamente un estudio de cuánto se ha gastado en luz a lo largo del último año, excepto si por alguna causa no representa el gasto normal, y también de las horas a las que se gasta más luz en el hogar.
Si el consumo de luz está concentrado en unas horas determinadas, por ejemplo por la tarde noche en hogares en los que todos los miembros están fuera durante el día, hay que buscar tarifas que tengan los mejores precios en este horario de consumo.
Si por el contrario, el hogar está ocupado todo el día y se realiza gasto en las diferentes franjas horarias, caso de quienes trabajan por turnos o de quienes tienen empleados del hogar, hay que buscar la tarifa que con mayor ahorro general.
Descuentos
Los descuentos que ofrecen las comercializadoras eléctricas es lo que va a marcar la diferencia en el precio final del recibo. Pero hay que analizar si el descuento es sobre la parte de la factura que afecta al consumo o sobre el total de la factura.
También es interesante saber la duración del descuento, ya que, a veces parece muy interesante, pero solo es aplicable unos meses y conlleva obligaciones o compromisos que pueden no salir a cuenta, como el contrato de servicios adicionales. En este aspecto hay que tener en cuenta si la comercializadora obliga o no a contratar el servicio técnico.
Tarifa plana
Los clientes que tienen aire acondicionado o calefacción eléctrica suelen notar grandes cambios entre los meses de verano e invierno y los de otoño y primavera. En estos casos, no solo conviene estudiar los precios de la luz, sino también la posibilidad de optar a una tarifa plana.
Las tarifas planas dividen el gasto previsto para todo el año en doce mensualidades. Así, el cliente paga lo mismo cada mes. Al finalizar el año, se ajustan las cuentas y si el consumo real ha sido mayor, se abona la diferencia mientras que si se ha gastado menos de lo que se ha pagado, se devuelve el importe. Es una buena manera de ajustar la economía mensual sabiendo siempre cuánto se va a pagar por la luz.
Clientes que no están en el mercado libre
Algunos clientes no están en el mercado libre, y los precios de la luz se los marca la Administración. Entonces, ¿deben estos clientes buscar ofertas para la luz de su hogar? Dependerá del caso en el que se encuentren, por lo que vamos a ver los dos tipos de contratos regulados que existen en este momento: PVPC y Bono Social.
El PVPC
PVPC son las siglas de Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor. Pueden acogerse a esta modalidad los consumidores que tengan contratada una potencia menor de 10 KW. Sustituye a tarifa que se conocía antiguamente como “Tarifa de último recurso” y es ofrecida por las llamadas comercializadoras de referencia.
El consumidor que se acoge a este sistema paga mediante un precio fijo por la electricidad consumida, marcado por la Administración y que varía cada hora. Tanto si se tiene un contrato con PVPC como de mercado libre, el consumidor paga lo mismo en concepto de peajes, es decir, todos los pagos que el recibo refleja a mayores del coste de la luz y también por los impuestos.
El problema de este tipo de tarifa es que aunque en principio era más barata, está experimentando constantes subidas en el precio, ya que es una tarifa regulada. Esto hace que el consumidor pueda salir, cada vez en más ocasiones, beneficiado con las ofertas de algunas compañías que consiguen ofrecer precios más bajos aunque sea en horarios concretos.
Al pasarse al mercado libre, el consumidor también se puede acoger a otras ventajas, como las tarifas planas, que le facilitan el poder pagar una cantidad fija cada mes y no tener que estar preocupado por las subidas y bajadas en las cifras. Por estos motivos, es bueno que aunque se tenga una tarifa PVPC se haga un estudio de las ofertas del mercado libre, ya que, en más de una ocasión podría ser interesante realizar el cambio, suponiendo mayor comodidad e incluso ahorro.
El bono social
El bono social es un descuento de un 20% que se aplica sobre el PVPC y que el gobierno ha creado para proteger a los hogares considerados como más vulnerables. Existen unos requisitos bastante exigentes, marcados por la administración, para obtener este bono social.
Los clientes que están disfrutando de este derecho no tiene que realizar búsquedas y comparativas ya que tienen el mejor precio del mercado.