Entramos en tiempo de descuento para recibir al verano. Después de los meses fríos repletos de abrigos y bebidas calientes, todos estamos deseando la llegada de los días más calurosos del año. Con el verano a la vuelta de la esquina estamos ansiosos de disfrutar al máximo los rayos del sol de esta temporada. Pero, así como nos preparamos para unas vacaciones, no debemos olvidar que nuestro cuerpo también necesita unos cuidados que lo preparen para este cambio de temperaturas, horarios y rutinas. Hay que tener en cuenta que un buen entrenamiento, siempre genera grandes resultados, por ello debemos empezar a entrenar y preparar a nuestro cuerpo para el querido verano.
Por eso, antes de la llegada de cualquier estación, y sobre todo en verano, que es cuando se pueden sufrir grandes daños, debemos preparar nuestro cuerpo y tener en cuenta algunos cuidados necesarios. Es importante poner el foco en algunas partes, rutinas y alimentación, hay que ser conscientes que nuestro autocuidado afecta no solo físicamente sino también psicológica y emocionalmente.
Empieza la preparación para recibir al verano en plenas facultades, ¿estás preparado?. Con estos consejos estamos seguros que tu cuerpo estará a la altura de disfrutar de esta época del año.
- Un esencial, cuidar la piel antes de exponerla al sol
Después de meses sin que tu cuerpo se exponga a radiación UV, es normal que lo primero que queramos hacer es ponernos el bañador y tumbarnos al sol.
Para evitar las manchas y quemaduras, prepara tu cuerpo unos días antes eliminando impurezas. Exfólialo completamente y obtendrás una piel nueva, lista para un bronceado uniforme.
- Protección siempre, no únicamente en momento playa o piscina
No solo estamos expuestos al sol cuando estamos en la playa, sino que también lo estamos haciendo involuntariamente cuando paseamos al aire libre, hacemos deporte, etc. Por ello lo mejor es estar protegido siempre. Acostúmbrate a utilizar protector solar cuando salgas de casa y protege las zonas de piel descubiertas, así evitaras la aparición de manchas y quemaduras.
Para proteger tu piel de los rayos UV también puedes apoyarte en algunos alimentos que aportan a la piel nutrientes como las vitaminas A y C. Para ello prepara smoothies a base de naranja, zanahoria y tomate, esta refrescante mezcla puede ser de gran ayuda para tu piel.
- Los ojos, otro imprescindible al que debes prestar atención
Aparte de nuestra piel, en verano debemos tener especial cuidado con nuestros ojos. No salgas de casa sin unas gafas (un filtro UV 400 te proporciona una protección completa) y lleva gorras en las horas de mayor incidencia solar.
Recuerda, además, que la altitud de la montaña hace los rayos más peligrosos.
- Préstale atención al cabello, la hidratación es vital en esta época
El calor y el polvo pueden empeorar problemas como la caspa, la caída, o las puntas abiertas. Lávate el pelo todo lo que necesites, pero si ves que este acaba sufriendo más de lo debido, aplica el champú solo en el cuero cabelludo y deja las puntas para otro momento, así no se te resecará tanto.
El champú seco también es una muy buena opción para no tener esa sensación de pelo graso.
- Tus pies debes, otra parte que no debes descuidar
Con el aumento de temperatura necesitamos un calzado que ayude a nuestro pie a transpirar, pero ojo, no consiste en ir con chanclas todo el día.
Como recomendación, se aconseja un calzado que recoja el pie, con sujeción y que la suela no sea demasiado fina y plana.
Además de las partes del cuerpo a las que se debe prestar atención también debemos poner el foco en algunas rutinas que, aunque parecen recurrentes se dejan de lado y pueden llegar a pasar factura a nuestro cuerpo también durante el verano.
Es el momento de revisar tu día a día y anotar estos consejos antes de que podamos arrepentirnos de no haberlos tenido en cuenta.
- No abuses de la refrigeración, puede acabar en un catarro de larga duración
Gripes, catarros, malestar, casi siempre vienen asociados a la época invernal, pero cuando abusamos del aire acondicionado en oficina, coche y casa, puede acabar resultando en unos catarros veraniegos de larga duración.
Intenta adaptarte al calor del clima poco a poco y que el termostato no baje de los 25 grados y demuéstrale a tu cuerpo que puedes aguantar las altas temperaturas sin problema.
- Un buen descanso, la clave para afrontar el calor y las rutinas del día a día
Días largos y noches cortas. El periodo de descanso es mucho menor en verano y nos encontramos que podemos llegar a acostarnos más tarde y a levantarnos más temprano. Si puedes, intenta descansar un poco a lo largo del día desconectando o echándote una siesta, así recargaras un poco las pilas para acabar el largo día, pero recuerda, estos breves descansos no sustituyen tus horas de sueño nocturno.
- Restablece tu equilibrio hídrico
El calor, el clima seco y árido, favorecen la deshidratación. Por este motivo en verano es especialmente importante prestarle atención a la ingesta de líquidos.
No esperes a tener la sensación de sed para beber un buen vaso de agua y recuerda consumir entre 2 y 2,5 L diarios. Las consecuencias de no hacerlo pueden afectar a todo tu cuerpo y generarte mayor sensación de cansancio durante el día a día.
Las claves para disfrutar de un buen verano son fáciles, pero en muchas ocasiones lo más simple es lo que más olvidamos o dejamos de lado, pensamos que nuestro cuerpo puede adaptarse por sí mismo a todas las estaciones del año y no es así, necesita de nuestra ayuda para disfrutar de cada época de forma plena.
Si piensas que tu rutina es correcta y notas que tu cuerpo no responde como debería, no olvides acudir al médico y exponer tu malestar. Si quieres disfrutar de chequeos de salud constante, especialistas para revisar las distintas partes de tu cuerpo y llevar tu salud perfectamente controlada quizás en los Seguros de Salud Asisa encuentres la respuesta.