El síndrome post vacacional: Claves para que no arruine tus días de descanso

La llegada de las vacaciones es uno de esos días que marcamos en rojo en nuestro calendario anual. Un día muy esperado por todos que produce satisfacción y nos llena de alegría, llega ese período en el que hay que preocuparse únicamente de DISFRUTAR. Días que, aunque tengan 24 horas, pasan más rápido de lo normal y que se esfuman sin darnos cuenta hasta que llega otro de los días marcados en nuestras agendas, el regreso de las vacaciones.

Un lunes negro que en muchas ocasiones marca todo el transcurso de nuestro descanso, pues cada vez más personas pasan sus días libres pensando en la vuelta a la rutina y sufriendo así el síndrome postvacacional. 

¿Conoces qué es? 

El síndrome o depresión postvacacional hace referencia a las sensaciones de molestia o estrés que podemos experimentar al volver de vacaciones y reincorporarnos al trabajo. Viene ocasionada por los cambios de rutina. Es decir, cuando nos vamos de vacaciones es posible que dejemos de madrugar, nos podemos acostar más tarde (o más temprano), comemos a deshora, tenemos menos obligaciones o las dejamos a un lado…

En vacaciones rompemos complemente nuestra rutina. Aunque pueda parecer una tontería, somos seres de hábitos y cambiar lo que hacemos en nuestro día a día tiene consecuencias.

Su duración suele alargarse durante los primeros siete días tras la reincorporación al puesto de trabajo, pero si ves que se alarga consulta a un especialista ya que puede tratarse de ansiedad u otra dolencia. 

Tres consejos que pueden evitar que el síndrome postvacacional se apodere de ti 

Guárdate un día de descanso

Hay mucha gente que apura en sus escapadas o viajes veraniegos hasta el último día, utilizan todo el tiempo para hacer planes y no dejan ni un solo día al descanso. Aunque esto favorece al descanso mental el físico también es importante. Si pasamos de las vacaciones a la rutina de forma directa, el cambio puede ser el principio del síndrome postvacacional.

Regulariza horarios 

Acostarse más tarde de lo habitual y levantarse sin hacer caso al despertador son de los hábitos más habituales durante las vacaciones. Alterar los horarios hace que el regreso a los madrugones nos parezca un mundo en nuestra vuelta al trabajo. Por ello es recomendable mantener horarios parecidos a los que se tienen en el día a día y evitar que el nivel de sueño no se vea alterado en nuestra vuelta al puesto de trabajo. 

Realiza la vuelta paso a paso

La llegada a la oficina y los emails sin abrir pueden ser la peor bienvenida una vez lleguemos a nuestra mesa tratemos de ordenar el trabajo y priorizar las necesidades de nuestra vuelta para que las tareas pendientes no generen más ansiedad de la debida. 

Estos tres tips pueden ayudar a que el síndrome postvacacional no se apodere de ti pero relájate y disfruta, esta es la premisa principal para que tus vacaciones hagan su verdadero efecto. 

No pienses en el regreso, simplemente trata de que tus vacaciones sean ordenadas para no sufrir las consecuencias del desorden días más tarde.